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 El aire caliente me quema las narinas, tengo que respirar por la boca y eso no me ayuda a concentrarme. Quiero dejar de pensar para fluir y ser uno con el resto, pero esto lo estoy pensando también y la desesperación comienza a invadirme. Dejar de pensar, dejar de pensar...  por momentos lo logro y entonces todo cambia; ya no es un sauna infernal es el amor de los abuelitos piedra que me está purificando; ya no estoy empapado de sudor y apretujado con otras treinta personas, estoy protegido en el vientre de la MadreTierra. 
 Empiezan los cantos y aunque no los conozco trato de acompañar. Sonidos que salen del Corazón, no importa que sean desafinados, a destiempo o sin sentido porque son sinceros, sentidos y llenos de propósito. La Unidad se siente y reconforta. Durante algunos minutos miro en mi interior y mi yo verdadero se asoma para darme la bienvenida.
 Que mas puedo pedir?? esto está muy bien para ser mi primer temazkal; otras realidades posibles se vislumbran cercanas y la responsabilidad es solo mía. Elegir en cual vivir y evolucionar hacia la Armonía parece un camino largo y difícil, casi utópico. Pero la Utopía sirve para eso, para caminar.

sobre sabiduría ancestral y cosas mas mundanas

 Rojo de tierra era el camino, años atrás, donde vi por primera vez los mojones de la percepción. Hombres, mujeres y hasta algún duende tiraban, siempre con una sonrisa, un hilo de luz de donde yo podía aferrarme y no mirar para abajo. Dulces días. los del idilio, los primeros, los únicos que vale la pena recordar. Después el sopor de la rutina, las cosas que toman su curso y ese intervalo olvidable entre la abulia y el rencor.
 Otra vez aquí... es increíble la pasmosidad con la que me decido a vivir lo que ya estaba decidido de antemano. Hombre cumpliendo su designio. Hombre construyendo cualquier cosa a partir de la nada; inventando...
 Queda espacio para una frase grandilocuente y pretensiosa: El hombre, homo-ludens del siglo 21, no tiene mas alternativa que reinventar las reglas de este juego si lo que pretende es jugar.
 No hay vuelta atrás; la puerta ha sido abierta y solo es posible avanzar hacia adelante.