El sol no termina de caer, son las ocho y este horario de verano me obliga a salir, a quedarme afuera. Lo que quiero es esconderme en la noche para terminar otro día y no puedo, porque afuera hay un sol de luz que me llama y me reprocha mi dejadez. Busco pequeñas cosas que hacer para distraer mi atención de eso que aparece siempre en dias así… una quietud, una falta de señales, un silencio incómodo que temo ser el único en percibir . Ni la televisión, ni la musica en la pc, ni el ruido de las teclas logran calmar este silencio pesado, lento y tortuoso que comprimen mis recuerdos pasados y futuros. Recuerdos que ya no se si son ciertos y eso tampoco importa.
Ya colgue la ropa, ya trasplante la plantita y no me queda otra que volver a sentarme aquí para plasmar alguno de mis divagues; un simple ejercicio autocomplaciente para insinuar a quien sabe quien mi congenita rebeldia hacia lo incambiable. “lo hecho hecho está” reza una frase hecha que muchos (incluso yo) repiten como autómatas. Pero quizas por estar acostumbrado a la frustración, quizas por inercia yo eligo la rebeldia. Tengo que admitir, y con vergüenza, que la mia es una rebeldia mental, incapaz de accion y soberbia. Podria disculparme diciendo que el objeto de mi rebelión es demasiado grande e involucra a tantos actores… de hecho yo ni siquiera soy parte de esta obra. Una rabia ciega contra el autor y los protagonistas que hacen lo unico que pueden hacer.
Las horas pasan rapido, los días mucho mas. Estoy lleno de cabalas para asegurarme que no tengo la razón y que esto finalmente es espiralado, y no circular como parece. Esperanza es un bicho verde y perseverante, por suerte...
Melhor do mundo!
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